Para hacer buenos vinos debes estar dispuesto a tomar riesgos y experimentar con distintos suelos y variedades. Corría el año 2007 cuando nuestro consultor Alberto Antonini visitaba nuestros campos de Boca Chica, lo que sería la plantación más oriental de Chile, en el área de San José de Maipo. Alberto estaba sorprendido por la similitud con el Valle de Uco, el que se encontraba justo al otro lado de las picos más elevados y donde se producían los mejores Malbec de Argentina. Nos miró y dijo con entusiasmo y los ojos bien abiertos: "tienen que plantar Malbec aquí". Después de algunos análisis de suelo satelitales y electromagnéticos, no cabía ninguna duda del enorme potencial. Al principio los conejos se comieron la mitad de las plantas, y el fuerte viento de esta angosta parte del cajón (de allí el nombre del campo) arrasó con gran parte de lo que quedaba. Pero con mucho esfuerzo logramos levantar este hermoso campo lleno de quillayes. En la primera vendimia el Malbec se mostró tan generoso que hubo que ralear su carga varias veces. Estaba feliz de haber nacido, y nosotros estábamos felices de verlo nacer.